A los cachorros hay que protegerlos de enfermedades como parvovirosis, moquillo, rabia, entre otras.
Por: Redacción EL TIEMPO
18 de noviembre 2016 , 11:36 p.m..
Aunque en la leche materna de los mamíferos –sea el ser humano, los perros o los gatos– se encuentran todas las vitaminas, proteínas y defensas que un recién nacido necesita para enfrentar el nuevo ambiente al que llega, unas semanas después hay que darle unas ayudas adicionales con vacunas para que pueda seguir adelante.
En el caso de los perros hay que protegerlos de enfermedades como parvovirosis, leptospira, moquillo, hepatitis, rabia y tos de perrera, entre las principales enfermedades que podrían resultar mortales en un cachorro o generarles problemas para su sano desarrollo.
“Las primeras vacunas se le deban aplicar a los cachorros entre la quinta y la sexta semana de edad, que es cuando comienzan a bajar las defensas que le ha pasado la mamá a través del calostro y la leche”, explica el médico veterinario y criador, Luis Bernal.
Aunque el plan de vacunación depende de cada médico veterinario, hay uno generalizado que es el que más se usa y comienza con una vacuna contra la parvovirosis y el moquillo (dos en una) entre la quinta y sexta semana de nacidos.
A los 15 o 20 días de esta vacuna hay que aplicarle una pentavalente contra el moquillo, el parvovirus, la hepatitis, el adenovirus y la leptospira.
Luego, pasados menos de 20 días de esta, se lo pone una similar. Y hacia los cuatro meses de edad, se les coloca una vacuna hexavalente, contra todo lo anterior más la de la rabia, según explica Bernal.
“Esta, que también se llama la vacuna anual, hay que ponérsela cada año por el resto de la vida. Aunque a criterio del médico veterinario, que puede determinar que no la requiere con esa frecuencia y solo necesite la de la rabia”, agrega el profesional.
Una vacuna adicional puede ser la de tos de perrera, hacia los tres meses de vida, dependiendo del contacto que tenga el cachorro con más población canina.
“Con las vacunas se busca disminuir la probabilidad de que se presenten estas enfermedades. Pero como algunas son de carácter viral, como el moquillo y parvovirosis, se presentan ciertas mutaciones o ciertas cepas que no están protegidas en la vacunación que se le aplicó”, comenta el doctor Bernal.
Sin embargo, antes de vacunar hay que tener varias cosas en cuenta. Para empezar, que el cachorro o perro esté desparasitado mínimo unos cinco días antes. “Esto, porque el sistema inmune debe estar en plena capacidad de asimilar los antígenos que se le están aplicado a través de la vacuna”, explica Bernal. El animal tampoco debe tener problemas respiratorios o de piel.
Las vacunas no deben generar reacciones o efectos secundarios (decaimiento, fiebre). “Si tiene alguna reacción, es inmediata y el veterinario que la está poniendo debe actuar de inmediato”, dice el experto.
Cada vacuna debe quedar registrada en su carné, con fecha de aplicación y el sticker correspondiente.
Los gatos también
El objetivo de las vacunas es la formación de anticuerpos para que el animal sea inmune ante ciertas enfermedades. En el caso de los gatos, el esquema básico de vacunación incluye la trivalente, la triple felina (contra la rinotraqueitis, el calicivirus y la panleuconepenia) y la de la rabia.
La primera vacuna se debe poner a las 6 u 8 semanas de edad y de ahí continuar con el plan de vacunación. Cada año hay que reforzar algunas.
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